Las 13 Lunas
En un rincón del mundo donde el cielo aún susurra, vivía Ixchel, una niña criada por su abuela Chalchi, guardiana del tiempo antiguo. Cada noche, Chalchi le hablaba del Calendario de las 13 Lunas, un ciclo sagrado de 28 días, en armonía con el cuerpo, la luna y la Tierra.
“Nuestro año no tiene prisas, hija,” decía.
“Tiene 13 lunas, como el pulso del universo.”
Y así, Ixchel aprendió a caminar con cada luna:
Luna del Murmullo – donde nace la semilla del propósito.
Luna del Aliento – cuando la visión empieza a tomar forma.
Luna del Fuego – donde la acción se enciende.
Luna del Corazón – para escuchar la verdad interior.
Luna de la Voz – tiempo de compartir la palabra.
Luna de la Equilibrio – para alinear cuerpo y espíritu.


Luna del Misticismo – cuando la intuición florece.
Luna de la Integración – para unir lo aprendido.
Luna de la Intención – sembrar con claridad.
Luna del Amor Verdadero – para dar sin condición.
Luna de la Liberación – tiempo de soltar y confiar.
Luna del Entendimiento – donde todo se aclara.
Luna de la Presencia Cósmica – para honrar el todo.
Pero el mundo cambió. Llegaron calendarios con números fríos y meses desiguales. La gente olvidó. Hasta que Ixchel, ya mujer, sintió a la luna llamarla desde dentro.
Volvió al calendario de las Lunas y lo compartió con su gente. Así, recordaron que el tiempo no es una carrera, sino una danza. Y que cada luna es un paso en el camino del alma.